dimarts, 29 de novembre del 2016

La playa de Barcelona... a 15 grados

Todos los habitantes de Barcelona ya han ido a la magnífica playa de Barcelona durante el verano. Todos conocen el agua azul y caliente, el cielo lleno de pájaros y la temperatura de treinta grados durante el dia. Ya conocen la arena de color oro y la gran cantidad de gente dibujando. Yo no he tenido la oportunidad de conocer la playa durante el verano, aunque la he visitado durante el otoño. Una cosa completamente diferente, mucho menos conocida. Laura, Mariona, Adriana y yo fuimos el domingo pasado.

No os esperéis calor, llevábamos chaquetas y bufandas. Hacía mucho viento, suficiente para que los aficionados de Kitesurf decidieran ir en el agua a pesar de la temperatura fría. Su coraje nos permitió admirar las grandes velas de todos los colores bailar sobre el agua lleno de olas muy altas. Caminamos por la playa y las pequeñas tablas de madera, casi corriendo para calentarnos. Buscamos una tienda de crêpes, a petición de Laura, dirigiéndonos hacia el famoso hotel Vela, del cual los espejos reflejaban el sol medio oculto.  
En un instante, decidí tocar esas inmensas olas. Me descalcé y puse mis pies en el agua congelada del mar. El viento me daba en la cara y el agua en los tobillos. Fue un momento que nunca voy a olvidar.

Esto es la playa de Barcelona en noviembre o, al menos, como la viví yo. Es agua fría, bufandas y velas de Kitesurf un domingo por la tarde.

Élisabeth Galibois


Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada